Los cambios en el patrón de consumo del demandante de espacios corporativos, es un fenómeno que ya se empezaba a manifestar desde antes de la pandemia y posteriormente se agudizó creando las condiciones para la reconversión de espacios de oficinas, en la búsqueda de retomar la monetización del activo. 

Casos como el de Alemania, donde ya definen cómo dar salida a sus más de 350 mil metros cuadrados desocupados, pues anticipan que por cada punto porcentual de superficie en desuso podrían habilitarse cerca de 50 mil metros cuadrados de viviendas con 70 metros cuadrados por unidad. Esta opción ayudará simultáneamente a dos problemas: la escasez de oferta residencial que ronda las 74 mil viviendas en Berlín y cerrar la brecha de desocupación de espacios corporativos. 

En Estados Unidos, Gran Bretaña y Países Bajos las autoridades administrativas participan en el proceso otorgando ventajas cuando se trata de edificios cuya obsolescencia funcional ya es evidente.

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España por ejemplo, ya mostraba desde el 2019 exitosas reestructuraciones de oficinas vacantes a hoteles que rescataban la generación de valor en estas inversiones. 

Otras alternativas surgieron a raíz de la situación como el formato Hub & Spoke, el cual se origina en el modelo de puntos de concentración aeroportuarios que buscan reducir y optimizar las rutas de comunicaciones. En el ámbito corporativo aplicaron esta idea para crear centros de reuniones temporales en lugares remotos para trabajo individual.

Este formato se contrapone a la idea de una sola sede como núcleo o punto central de reuniones, apoyado en la búsqueda de espacios acondicionados cercanos a la zona de residencia de cada empleado, lo que cubriría las desventajas que el homeoffice pueda generar al no haber suficientes adecuaciones en los hogares para trabajar.

México cuenta con novedosas alternativas comerciales como las de Around que logra ocupar espacios vacantes sin que se considere un subarrendamiento, ya que contempla la prestación de un servicio que incluye wifi, mobiliario, limpieza y café; donde la capacidad se mide por puestos de trabajo y las locaciones son diversas incluidas las principales capitales del país.

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Todos estos modelos coexisten con el coworking habitual corporativo donde se ha ampliado la cabida para múltiples usuarios y comunidades que ven en la sinergia su mejor ventaja. 

La saturación de edificaciones corporativas sin llegar al 100% en ocupación a mediano plazo, obliga a que la reconversión de usos sea un camino obligatorio a explorar frente a los riesgos que generaría un inmueble vacante. 

Cada caso es muy particular y las características del inmueble junto con el uso final o alternativa que su ubicación podría originar, son el punto de partida para que los desarrolladores generen ideas novedosas enfocadas a una demanda de mercado en plena evolución.

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