La Ciudad de México comienza el año con un panorama más alentador en la inversión corporativa y es que para esta nueva estabilidad han sido factores clave la flexibilidad que han mostrado los arrendatarios, tanto en precios de renta a la baja, cambio en la moneda de transacción, ajustes en la duración del contrato; aunado al retorno paulatino de trabajadores para los cuales el home office ya no es una opción viable y requieren de los espacios corporativos para tener un mejor desempeño en sus actividades.

Si bien es cierto que el mercado de oficinas de la Ciudad de México aún no muestra signos de recuperación, lo que es importante destacar es que durante el periodo enero-marzo 2021, la demanda bruta reportó un incremento de 28% con respecto al trimestre anterior, que pasó de ser de 58 mil metros cuadrados durante el 4T 2020 a 74 mil metros cuadrados durante el 1T 2021. 

La pandemia ha resultado un duro golpe para la renta y venta de oficinas, las cuales en términos anuales ha disminuido en 57%. Otro efecto que se ha observado es que ahora las transacciones son menores en volumetría, que han pasado de ser de mil metros cuadrados a los 600 metros cuadrados en promedio. 

Es de resaltar que los corredores de Insurgentes, Reforma y Polanco han persistido con la mayor demanda de oficinas; y los corporativos más solicitados son edificios Clase A aunque ocupando un metraje promedio menor.

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Dichos espacios suelen ser más atractivos debido a modificaciones por las cuales han apostado los propietarios, como es el caso de ajustes de precios a la baja, contratos flexibles y en moneda nacional, implementan de estrictos protocolos de seguridad y sanitización para evitar contagios, entre otros; dando con ello seguridad y certidumbre a las empresas que buscan establecerse en la Ciudad de México.

Buena parte de los actores que intervienen en la comercialización de espacios de oficina han tomado acción, mostrándose positivos ante la espera de un aumento paulatino en el arrendamiento de oficinas.