Desde que la blockchain se presentó por primera vez en el mundo hace más de una década, la tecnología ha despertado el interés de muchos sectores, principalmente en la  industria financiera. 

Esta tecnología cambiará fundamentalmente la forma en que se realizan las transacciones financieras, con profundas implicaciones para los inversionistas, ya que incide en disminuir costos como  pagos transfronterizos que cuestan un promedio del 7%, a la vez que recorta tiempos.

La blockchain puede cerrar esta brecha, ya que está diseñada específicamente como tecnología financiera geográficamente no discriminatoria, sin límites y por lo tanto significa que las transacciones transfronterizas pueden realizarse de manera más fluida. 

En el mundo del trading, esto también significa que los procesos de liquidación eliminan a los intermediarios involucrados en el proceso, lo que reduce los costos y permite que las transacciones y liquidaciones entre contrapartes ocurran potencialmente de manera instantánea.

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Cada usuario puede ver el registro completo de todas las transacciones, las cuales se hacen públicas y verificables hasta cierto punto. La verificación tampoco la completa una entidad centralizada, sino una red completa de validadores.

La disminución en el uso de efectivo y el aumento correspondiente de los sistemas de pago electrónico en las principales economías ha llevado a los gobiernos de todo el mundo a explorar el desarrollo de monedas digitales de bancos centrales (CBDC), que aprovechan las ventajas descentralizadas y seguras de la tecnología blockchain. 

Las CBDC tienen implicaciones en los sistemas financieros en su conjunto, una de las cuales es la reducción de la fricción en los sistemas de pagos nacionales, además de facilitar y reducir el costo de las transferencias transfronterizas. 

La blockchain también tiene el potencial de transformar la forma en que los inversionistas invierten en activos físicos. 

La tokenización, por medio de esta tecnología, fragmenta la propiedad de un activo en tokens digitales y hace que éstos sean accesibles para los grupos de inversionistas. Los ejemplos de activos que se pueden tokenizar incluyen bienes tangibles como bienes raíces, arte o barcos, así como bienes intangibles, como licencias.

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Por ahora, estamos viendo un gran potencial en la inversión inmobiliaria, ya que la tecnología aborda muchos desafíos comunes en esta clase de activos. 

Los beneficios de los bienes inmuebles tokenizados incluyen: liquidez mejorada, propiedad fraccionada, y mayor transparencia y seguridad.

Por otro lado, la escalabilidad sigue siendo una debilidad de la blockchain, ya que aún tiene que haber una cadena de bloques que se haya escalado lo suficiente como para manejar grandes cantidades de transacciones. 

El tamaño fijo de un bloque para información sólida es limitado, lo que significa que solo se pueden realizar un par de transacciones en un solo bloque. La escalabilidad se está abordando de muchas maneras, desde soluciones de segundo nivel hasta actualizaciones y mejoras de las cadenas de bloques actuales, por lo que esperamos mejoras en el tema. 

Dicho esto, y tomando las ventajas antes mencionadas en consideración, está claro que la tecnología blockchain ofrece el potencial para una revisión o, al menos, un cambio fundamental de los mercados financieros. 

La industria financiera necesitaría navegar esta revolución, al comprender las diferentes formas en que la tecnología blockchain podría impactar potencialmente a diferentes partes interesadas, incluidos los inversionistas, y adaptarse para garantizar que existan las salvaguardas adecuadas para la comunidad de usuarios del sistema financiero.

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